—¿Qué me dices del arte? —preguntó ella.
—Es una enfermedad.
—¿Y el amor?
—Una ilusión.
—¿Y la religión?
—Un moderno sustituto de la fe.
—Eres un escéptico.
—¡Nunca! El escepticismo es el principio de la confianza.
—¿Qué eres pues?
—Definir es limitar.